BUSCADOR DE ACEITES, GRASAS Y ACIDOS GRASOS

viernes, 28 de noviembre de 2008

18 Conslusiones

18. CONCLUSIONES

 

Como se ha dejando asentado en esta disertación, los ácidos grasos esenciales y sus derivados, son indispensables para mantener la salud y la vida, puesto que constituyen la materia prima principal de las membranas internas y externas de todas las células, y son los materiales precursores a partir de los cuales se sintetizan todos los eicosanoides.

 

Constituyen una proporción importante del material estructural de la mayoría de los tejidos, órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano, y en especial de los más importantes. Tal es el caso por ejemplo, del cerebro, del sistema nervioso, del sistema endocrino, del endotelio vascular y el sistema cardiovascular, del sistema inmunológico, del sistema linfático, del aparato digestivo, aparte de otros no menos importantes.

 

La insuficiencia de ácidos grasos esenciales de configuración cis-cis, o su sustitución por ácidos grasos esenciales de configuración cis-trans, y/o parcial o totalmente hidrogenados, se encuentra implicada con una relación causal directa y proporcional en diversos padecimientos crónicodegenerativos (Kousmine).

 

Ha quedado convincente y claramente determinado, que los aceites vírgenes de primera presión en frío, sin refinar y sin hidrogenar son ricos en ácidos grasos esenciales y algunos de sus derivados de configuración cis-cis, biológicamente activos, fundamentales como afirmamos, para la salud y la vida. Solo los ácidos grasos poliinsaturados de configuración cis-cis biológicamente activos, pueden considerarse como esenciales (Mendy, Sinclair).

 

El tratamiento térmico (a partir de los 45º C) de los aceites con contenido de ácidos grasos poliinsaturados, durante su extracción, industrialización, o utilización culinaria, transforma una parte de éstos, de su forma cis-cis natural, a la forma cis-trans artificial, mediante una rotación geométrico-molecular que los hace biológicamente inactivos y tóxicos. El inconveniente de todas estas prácticas reside primordialmente en el sometimiento de los aceites a contacto con calor, ya sea en el momento de la presión de las semillas oleaginosas para su extracción, durante los procesos de refinación y/o de hidrogenación, o durante su utilización en la preparación de alimentos, ya que como hemos explicado, el calor es la causa de la transformación de los isómeros cis-cis, a cis-trans.

 

Entre las conclusiones más importantes de esta investigación documental se encuentran las siguientes:

 

  1. Los AGTs y los AGHs son ácidos grasos artificiales producidos por la industrialización de los aceites poliinsaturados.
  2. Aunque sus moléculas son estructuralmente diferentes y producidas por causas distintas, ambos son severamente tóxicos y perjudiciales para el organismo humano.
  3. Como ya se dijo a lo largo de esta disertación, los AGTs son producidos por el calor, por temperaturas a partir de los 45º C, con la que las moléculas de ácidos grasos poliinsaturados de configuración cis-cis se empiezan a alterar y a descomponer convirtiéndolos en biológicamente inactivos y tóxicos.
  4. A la temperatura mencionada, aun cuando los AGTs, continúen siendo ácidos grasos poliinsaturados, modifican su forma estructural, perdiendo las características físicas, químicas y biológicas de los ácidos grasos cis-cis.
  5. Los AGHs en cambio, son ácidos grasos, que si bien previamente han sido poliinsaturados, lo han dejando de ser, porque una o varias de sus dobles ligaduras fueron destruidas por la incorporación de átomos de hidrogeno en sus dobles ligaduras.
  6. Aunque en el proceso de hidrogenación se utiliza calor, que también destruye a  los ácidos grasos cis-cis, convirtiéndolos en cis-trans, lo que hidrogena y satura a un ácido graso poliinsaturado es la incorporación de átomos de hidrógeno a sus dobles enlaces.
  7. Siendo entonces, el calor y no la hidrogenación, el factor productor de ácidos grasos cis-trans.
  8. En consecuencia, todos los aceites poliinsaturados que hayan sido sometidos a temperaturas de 45º C, en adelante, ya sea durante su extracción, industrialización o utilización culinaria, o que hayan sido hidrogenados, y/o refinados, son tóxicos y no aptos para el consumo humano.
  9. Todos los aceites tratados con calor, aun cuando no hayan sido hidrogenados, ni refinados, son severamente tóxicos por su contenido de ácidos grasos cis-trans.
  10. Solo los aceites vírgenes (prensados en frío, no refinados, no hidrogenados), conservados en recipientes obscuros (para protegerlos de la luz), herméticamente cerrados, y guardados en lugares frescos (para protegerlos de la oxidación por acción del oxígeno y de la temperatura ambiente), son aptos para el consumo humano, benéficos para la salud por su contenido de ácidos grasos poliinsaturados cis-cis, como el acido cis-linoleico.
  11. Solamente los aceites vírgenes y crudos con las características mencionadas pueden considerarse como una fuente dietética importante de ácidos grasos esenciales omega 6, u omega 3 biológicamente activos.
  12. Haber prohibido en algunos lugares la hidrogenación de los aceites, o la utilización de aceites y grasas hidrogenadas en la preparación de comida en restaurantes, es sin duda un progreso en beneficio del consumidor a quien se le esta librando de ácidos grasos hidrogenados, pero no suficiente para garantizar una buena nutrición y estado de salud, porque en los aceites industrializados que se siguen utilizando, continua habiendo ácidos grasos cis-trans, y al utilizarlos para cocinar o freír alimentos, se continúan produciendo más ácidos grasos cis-trans.
  13. Durante el siglo XX, el hombre acrecentó desproporcionadamente su consumo de ácidos grasos omega 6, pero no en su forma cis-cis (ácido cis-linoleico), sino unos, en su forma cis-trans (ácido trans-linoleico), y otros en formas parcial o totalmente hidrogenadas. Siendo entonces el aumento en el consumo de ácidos grasos omega 6 trans, y parcial o totalmente hidrogenados, la causa que contribuyó, junto a los demás alimentos refinados e industrializados, al incremento en la incidencia de diversas enfermedades crónicodegenerativas, en especial cardiopatías y ciertos tipos de cáncer, enfermedades clasificadas por algunos expertos e investigadores como “enfermedades de la civilización”

 

Como se ha pormenorizado, se han identificado y documentado varias razones de la toxicidad de los ácidos grasos artificiales y en especial de los AGTs, que explican por qué son tan nocivos. También de por qué estos ácidos grasos artificiales, como grasas falsas que son, no deberían estar presentes en ninguna cantidad, en ningún alimento, porque al bloquear el metabolismo de los ácidos grasos esenciales y de los eicosanoides, alteran en general la homeostasis corporal (equilibrio de toda la química corporal), y desestabilizan el sistema neuroendocrino, inmunitario, y todo tipo de comunicación en el interior de las células y a su alrededor, generando problemas de inadaptación celular a su entorno inmediato.

 

Por otra parte, cabe también mencionar que para determinar la ingesta de ácidos grasos y su efecto en el cuerpo humano, muchos autores contabilizan los ácidos grasos contenidos en los aceites industrializados tomándolos como si fueran ácidos grasos esenciales y sus derivados biológicamente activos. Siendo esto un grave error, puesto que como hemos discutido en esta disertación, una gran mayoría de ácidos grasos poliinsaturados presentes en los aceites y grasas industrializadas, se encuentran, además de refinados, químicamente alterados, pues sus moléculas han sido modificadas por los procesos de industrialización, de su configuración natural, a una configuración artificial, inexistente en la naturaleza y severamente tóxica. Los ácidos grasos artificiales anulan el beneficio de los pocos ácidos grasos de configuración cis-cis, que quedan en los productos artificiales elaborados por la industria alimentaria.

 

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